"HOSTIOCRACIA"

Ya comenzó el baile de los malditos. Los nuevos centuriones han iniciado la marcha triunfal de los vencedores, la entrada de los elefantes en la cacharrería. ¡Qué penita y qué doló...ya no tengo quien me quiera...! Pero, señores, hay que darle al gobierno un plazo (mejor, una plaza, de vuelta), un plazo largo  a fin de que logren equivocarse todo lo que les parezca oportuno y vayan saliendo de su ignorancia y aprendiendo todo lo pésimo de la actual sociopolítica de predadores de estos tiempos -bueno, de todos los tiempos, para qué nos vamos a engañar.

Hola, don PePito...hola, don PP... ¿Qué me vais a contar de la chica de Valencia, de los enemigos del chico, de los delicados  vaqueros de este flim del Este (y menos del Oeste) en  el violento duelo contra los "malos". ¡Joder, tronco!

Yo creí que si Garzón era juez, y por el propio hecho de serlo, estaba en su derecho a permitir las escuchas telefónicas que le parecieran oportunas, pero lo cierto es que yo soy absolutamente un patente gilipollas jurídico. Ni siquiera me había enterado que lo habían expulsado de la carrera judicial, tal como arroja la mediática actividad. En realidad, tenía la certeza de que sólo le habían  suspendido de sus funciones judiciales por un período de 10 años.  Pero ya digo, yo sólo soy un soplapollas preternatural del derecho; del torcido, mejor. ¡Que dios me coja en pecado mortal si entiendo una puta palabra de nada.

En vez de proseguir insultando y culpando a la anterior cabeza presidencial socialista por la pésima y cómica entrada con que han estrenado vuestra labor política -más de ganchillo que de política- con ese decretazo a favor del incremento de  parados y, a la vez...detenidos. Se diría que vais en ayuda de esas depredadoras Agencias constituídas por los potentados de las finanza y la economía, encabezada alguna de ellas por la propia  señorita Rottenmerkel, la dueña de Europa, y su lugarteniente y correveidile Sarkofagosí. 

En fin, esto es como el cuento de la Buena Pipa. Cuando gobernaban los sociatas había un paro de casi seis millones de personas, según los PePucios, y en el último registro de hace una semana, se cuentan aproximadamente  unos 4´7 millones, a pesar de que todos los meses el paro ha ido subiendo una media de alrededor de 100.000 trabajadores. Para nuestros gobernadores económicones  de andar por casa -ninguna sabe nada de nada de ciencia -mejor paciencia- económica, a la vista de que se muestran absolutamente ineptos de solucionar una sóla cuenta ni de frenar la cifra de los casi 7 millones de parados a la que nos estamos aproximando a paso de gato con botas.

Y de la corrupción, los políticos y el reciente trato policial hablaremos otro mes, entero, porque estas son historias interminables. ¡Y ojo! cuando hablo de la "poli" me refiero a los cargos, a los de "ordeno y mando". ¡Y a los "metratas", coño!. ¿Con qué formación académica, preparación jurídica, ordenanza gubernativa y al amparo y legitimación de qué órdenes  actuaron estos impresentables de la violencia contra la estación de Atocha? ¿Y cómo lo consintieron los propios policías a los que se habían tomado la atribución de alzarse como colaboradores? Como en los dominios del terrorismo, los peores son en realidad los maquetos que llevados por el conocido síndrome de Estocolmo quieren hacer méritos a ojos de los propios etarras. ¿O es que pretenden dárselas de verdaderos policías a fin de poder participar así de una vocación adicta a la  violencia?

Y un toque para la "poli". Lamentable y paradójicamente para el cuerpo, también la policía vosotros tuvo que activar su propia huelga "contra-recortes", aunque eso sí sin tener que preocuparos por reprimiros a vosotros mismos. Eso es hacer trampas. A ver si empiezan  a perseguir a los incontables gangs de ladrones, y corruptos, que es para lo que fueron creados, y no para obedecer a  políticos que se han convertido en  represores del proletariado indefensos y de las desheredadas y empobrecidas clases sociales, de cuya extracción seremos todos herederos de aquí a 20 días por el camino que vamos. Todos, menos ellos: los opulentos y los políticos.

Y luego, los fachas se acojonan por lo que puedan pensar de nosotros en la Europa guiri (¡Menuda tropa también la de éstos europedos!) ¿Qué cojones van a pensar, zoquetes? Que aquí, como siempre, seguimos cociendo habas, lo que equivale a decir continuar funcionando con una "democracia a hostias"!  Osá,  lo que se dice en cheli: una verdadera "hostiocracia"

Para concluir, sólo me resta despedirme de todos, rojos y fachas,  gente de bien e incluso malvados, hasta el próximo día en que ya todo se haya ido a tomar viento y no volvamos a vernos jamás. Espero que entonces tengamos huevos a echarnos de menos, y hasta de más.

juan a. cadenas