Thursday, December 15, 2011


"DESDE FUCHSIA  SIN AMOR"
JUAN ANTONIO CADENAS
Estimados PPOTES, no voy a felicitaros por la estúpida derrota SOCIATA (¡entre lo mal que en los últimos tiempos lo han hecho los zapateros y lo peor que se han desenvuelto los votantes no cabía esperar otro pedorral semejante) y la más incomprensible victoria con que la fortuna  os ha regalado, no hay quien se  lo explique, y si no, intentad  asistir de mirones y escuchones a las supertertulias de tanto genio tórrido, de tanto fusilero de multicopista. Todas ellas fachas -manque les pese: la indigente y mendicante orden de Intereco-no-mía, la secreta sociedad de El Gato sin Votos, el consorcio especializado en embustes Cornudo Azul, la infausta cofradía del 13 o Libérrima Dígita -hermandad de todos los Santos, Vidales y demás, así como las dos hermanas TL-basura y La otra -¡perdón La otra, no, La misma. además de las restantes firmas y mesnadas de innombrables... ¡A ver si  al fin lo entendemos en el acto –zexuá!.
 Todos estos muertos de ideas -como en el pasado lo fueron de hambre- y sus adláteres comparsas del rojerío tránsfuga encabezado y al tiempo encerebrado –descerebrado, diría yo-  por los inefables Tamames, Castellanos, del Val y tantos otros canónigos  que a la vista del inminente aterrizaje político del facherío optan y cooptan por pasarse a la derechura más extrema a fin de conservar  sus viejas y raídas chaquetas proletarias a cambio de adquirir sus recién estrenadas camisas nuevas ideológicas, con las que seguir  sobreviviendo en la opulencia de sus poltronas y jodiendo a los demás con su nefasta ejemplo de inmoralidad. Este hoy inmenso gang de PPEROS oriundos de todas las creencias, tal que los célebres intereconomistas del Toreteen Blue a menos de 48 horas de su triunfo electoeréctil han comenzado ya por boca de vocingleros y "tertuliópatas" a mendigar la ayuda del SOCIATISMO de "buena fe" para que colaboren cabeceando el sí de las niñas para la mejor gobernanza del PPOTE. 
Exquisito cocido éste que ellos no cesaron de negar obstinada y sistemáticamente al bueno de ZAPATA, desde el día mismo en que comenzó la puta crisis que crearon y prosiguen fomentando los criminales dueños del dinero, las finanzas y los paraísos fiscales, la banca y las putas agencias esas de los magnates y el capitalismo más afrentoso e inicuo a los  que nadie ha tenido cojones a erradicar de la faz de esta bola global del carajo. ¡Puta vergüenza en la que todos se han puesto de acuerdo para  llevárselo calentito, a pesar incluso  de no entender nada de este galimatías algorítmico de criminales transgresores de finanzas, mercados, macro-economías, y aún menos los polítizuelos, peritos en flatulencias, ni los especuladores y corruptores  del sistema y la ética. Pero los que menos saben de toda esto son la caterva ésa de  zoquetes economistas e intereconomistas de toda ralea desprovistos de  sistema cerebral. 
Así que o Raxoi, que ha penetrado  con mal pene esta misma mañana en el ámbito europedo de las cuentas del Gran Capitán -las imposibles de arreglar mientras mande la, núbil doncella ésa alemana, la gemela de la Thatcher-  pero que él presumía de solventar en un plis plas tras su entrada en la gobernanza (palabreja malsonante a la que se  han amoldado  con enorme satisfacción todos los presumidillos del país  -al igual que lo han hecho con la imitación  de las "comillas" delineadas en el aire con los dedetes, fusilando a los cuatro primeros políticastos petardos de la  Irreal Academia de la Lengua Montaraz.  ¡Pero, vamos, que ya vemos que no, que de eso nada de nada, que o Raxoi va a saberse exactamente lo mismo de incapaz y frustrado que el buenísimo de Zapa! 
En fin, que a partir de ahora sólo nos falta ponernos a esperar pacientes la llegada de los 6 millones de parados, los 7 y así, que por cierto ya han comenzado su puesta en marcha de urgencia no bien recién calentados los bancos del Congreso con sus conservadores culos antediluvianos.           
En fin, con todo el dolor de mi corazón, estimado colega Zapatero, se bueno, tío -o tonto- como tus  adversarios gozaban en llamarte siempre- y échales una mano a este ingenuo pelotón de los torpes, a nuestro indeseado paisanaje... Cuando menos para que los infelices de los parados encuentren una colocación -que diría mi pobre madre q.e.p.d. Porque hoy lo de colocarse es sólo un sopor narcótico. Un sueño como la mismísima riqueza de la opulencia de la derechuza: suculenta como es sabido, pero con la más tóxica de las fatalidades. 


CALVARIO II    
Principio del formulario

Wednesday, November 23, 2011


 "EL NUEVO NAZISMO"


¿Quien coño ha concedido titulación y carisma a estas zorras agencias protectoras del latrocinio criminal financiero? Son ellas mismas quienes se han regalado su propia concesión  autorizándose para  significarse como valedores exclusivos de la divina y única verdad financiera.

Esta pasmosa banda de delincuentes, árbitros de esa camorra de potentados sin escrúpulos a quienes enriquecen y, en definitiva, a quienes criminalmente representan. 

Este gang de asesinos capitalistas consentido, cuando no fomentado y protegido por la actual saga de políticos carentes de toda honestidad y coraje para condenarlos y suprimirlos, son quienes nos están sumiendo en esta absoluta ruina económica y ética, y quienes ya han comenzado a introducirnos en el infernal  túnel de la Tercera y probablemente última Conflagración Mundial. 
¡Y si no, al tiempo!

Tuesday, October 18, 2011

PRESENTACIÓN DEL POEMARIO  "A LOS CUATRO VIENTOS", DE  VICENTE. ARAGUAS.,
 LIMAN BOICHA,  JOSÉ I. CADENAS, A. POLO Y JUAN A. CADENAS, EN LA ASOCIACIÓN
 XUNTANZA GALEGA  EN LA LOCALIDAD DE ALCOBENDAS, EL DÍA 7 DE OCTUBRE DE 2011

Monday, October 17, 2011

"EN BUSCA DEL PARAÍSO PERDIDO"
<<EL BÁLSAMO DE LA INMORTALIDAD>>

* * *


Por J. A. C.


No deja de ser un enigma el fallecimiento del caudillo de la Valaquia transilvana, el noctívago y adicto a la hemoglobina, Conde DRÁCULA. Aunque como vividor empedernido, es seguro que se halle aún entre nosotros, los supervivientes.

Este uraniano príncipe de las tinieblas, descendiente directo de la primera dama de la historia, LILITH (que no EVA, como se suele creer erróneamente), heredó de ella el extraordinario poder de la inmortalidad.
Como es sabido, LILITH es la primera mujer de ADAN, quien al no hallarse implicada en las nefastas consecuencias del pecado original retuvo su condición inmortal, la cual obviamente transmitió a sus vástagos, los vampiros.
Y es precisamente esta prodigiosa facultad de la perpetuación existencial, la que nosotros los mortales más codiciamos. De tal modo, que por alcanzarla hemos descendido a los más abyectos tratos y a las más perversas complicidades. ¡Y por ella, tantos FAUSTOS terminaron por condenar su eterno destino!.



Tan irreprimible ambición, en consecuencia, nos ha llevado a buscar el brebaje de la inmortalidad; un elixir capaz de devolverle a la parca una buena dósis de su propia medicina mortal.
Si para nuestro terrorífico "voiboda" (aristócrata, noble...) rumano, así como para buena parte de la tradición ocultista, la pócima de la perennidad se hallaba indisolublemente ligada a la escatológica ingestión sanguínea, para nuestros sabios coetáneos, tras arduas e innumerables investigaciones, se ha llegado a conclusiones de reputación casi mágica, que vamos a tratar de desarrollar concisamente en este genuino trabajo de divulgación.


El proceso del envejecimiento consiste en un deterioro generalizado de las facultades físicas, mentales y emocionales. Aunque, según nuestros investigadores ratifican y garantizan, a partir de ahora, con el reciente descubrimiento de latelomerasa, una enzima directamente imbricada en la salvaguarda del telómero, ya hemos conseguido desenmascarar el auténtico mecanismo del envejecimiento.


El citado telómero es una especie de apéndice que integra cada célula y que se va reduciendo porcentualmente en cada ciclo reproductivo de la misma, de tal manera que al consumarse los 20 ciclos se produce la ausencia total del telómero, lo que conduce irremisiblemente a la degradación y apoptósis celular (suicidio celular).
Sin embargo, ante la presencia de la enzima telomerasa, el telómero permanecerá protegido y no se producirá el fenómeno de la reducción del mismo, pudiendo extenderse, pues, el ciclo reproductivo un indeterminado número de veces.
Este descubrimiento tuvo lugar al observarse la integridad del telómero en los proceso de reproducción de las célulasl espermáticas y las cancerígenas que no sufrían acortamiento del telómero.

Así pues, el efecto de la eterna juventud se conseguirá tratando de mantener los telómeros celulares sin reducciones, y para ello sólo nos bastaría con implantargenes clonados responsables del no fraccionamiento de los telómeros de las células deseadas y, por consiguiente, transformarlas en inmortales.

Por otro parte, y ya dentro de otro nuevo campo acción complementario contra los deterioros y ruina originada por la parca, notificar los prometedores estudios y experiencias practicadas acerca de las prodigiosas actividades de las células madres y embrionarias, que como regeneradoras de tejidos dañados o envejecidos, vendrán a ser colaboradoras imprescindibles y destacadísimas en numerosos subcampos de la medicina-antiaging (antienvejecimiento) en un futuro más que inmediato (¡a ver si tenemos la fortuna de llegar!).
Así que en este sentido, significarán para la fórmula magistral de nuestro bálsamo de la inmortalidad otro importantísimo ingrediente más restaurador de lo ya estropeado.

Aunque el más excepcional componente del elixir que nos disponemos a sintetizar, no puede ser otro, a mi modo de ver, que el de la HGH u hormona del crecimiento. Y hay que manifestar su influencia rigurosa y terrible sobre la vejez, a la vista de la remisión o descenso de producción de esta hormona por el organismo al paso de los años.

Segregada por la glándula pituitaria, a partir de la temprana edad de los 20 años su disminución imparable nos va a ir introduciendo en un nefasto proceso de degradación tal que a los 60 años tan sólo seremos capaces de elaborar el 20 % del volumen generado en la adolescencia. Y que semejante descenso nos ha ido conduciendo irremisiblemente a la aparición de todos los síntomas relevantes del envejecimiento: pérdida notable de memoria, carencia de energía y entusiasmo, insomnio, alteración de la presión sanguínea, degradación de la piel y arrugas, disminución de la sexualidad, insuficiencia drástica del sistema inmunitario…

Afortunadamente, sin embargo, el tratamiento con esta hormona y con algunas otras, como las PRO-HGH (que son hormonas favorecedoras o impulsoras de la producción de la propia HGH), hoy ya se hallan sintetizadas en los laboratorios y en circulación experimental en los tratamientos de la mencionada medicina anti-aging, consiguiendo precisamente atemperar en buena medida los síntomas arriba enunciados a fin de retrasar en buena medida los terribles efectos de la edad.

Lamentablemente, aún nos vamos a encontrar un nuevo malvado tercer adversario, el verdadero asesino de nuestra desdichada y frágil existencia. Este despiadado enemigo es, sin embargo, paradójica y sorprendentemente, el que nos da y nos mantiene la vida. Pero ya digo, también el que a su vez nos la quita. Con semejante asesino no sólo convivimos sino que además nos hace sobrevivir, en tanto respiramos. Y son sus criminales radicales libres quienes nos oxidan tal que si fuéramos clavos. En realidad, deberíamos aceptar que no somos sino la cofradía de clavos y esclavos del oxígeno.

Aunque ciertamente nuestro organismo se defiende como puede generando sustancias que evitan y reducen los ataques de este cáncer que es el óxigeno(precisamente, las conocidas vitaminas A, C y E), una buena parte de estos carroñeros radicales libres prosiguen escapando manifiestamente a nuestras defensas, en tanto nuestros mejores investigadores y especialistas balbucean aún en sus investigaciones para la consecución de un antioxidante verdaderamente eficaz.

En definitiva, que acumulando todos estos datos y conocimientos, ya en la actualidad nos hallamos suficientemente preparados como para configurar y resumir una pócima efectiva contra los "cumpleaños felices"; por consiguiente, nos disponemos a revelar la prodigiosa fórmula magistral del preparado para la inmortalidad, según receta adjunta:

Fórmula Magistral Secreta del BÁLSAMO DE LA INMORTALIDAD:


Telomerasas Dosis de Células madre renovadoras orgánicas.
Otras dosis de tintura de manipulación genética.
Base de HGH (Human Growth Hormone: hormona del crecimiento).
Dosis de PRO-HGH (favorecedoras y estimuladoras de la HGH)
Antioxidantes (vitaminas A, E y C…)
Dieta mediterránea (grasas insaturadas, hidratos de carbono bajo I.G., proteínas pescado, actividad física aeróbica)
Principios activos de felicidad (pensamientos positivos, buenas sensaciones, buenos lazos familiares y sociales, risa y humor, sentimientos afables, conciencia estimable, buenas acciones y conducta filantrópíca, sinergia social, interés por las cosas, dar sentido a la vida …)
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Friday, August 05, 2011





“INOCENTE”

                             Pieza de Teatro Breve de juan antonio cadenas

Un extraño individuo de aspecto torturado, que viste la tópica vestimenta a rayas de un cautivo, se halla preso en el interior de una celda de rejas, que no es otra cosa que una jaula de un par de metros cuadrados con una taza de retrete,  un lavabo y un espejo como único mobiliario de asiento y escribanía.
Nuestra Víctima, al iniciarse la ACCIÓN, se halla sentada en la taza, mientras escribe con un lápiz plano de carpintería, de aquellos de chupar y ensalivar para que pudieran estampar. Escribe en realidad sobre el espejo que ocupa la zona superior del lavabo, que quiere ser un espejo de transparencia de los utilizados en las salas de interrogatorios. Y garabatea abundantes parrafadas ilegibles, en tanto podemos advertir que el espejo ya se halla prácticamente abarrotado de texto, a excepción de contados huecos vacíos que irá rellenando a lo largo del transcurso de la obra...

Víctima.-… acabando desquiciado por  la desesperación.

 (Finaliza uno de esos pasajes escritos sobre el espejo, y sentándose después sobre la taza del retrete,  contempla fijamente, como adormilado, en un sopor espeso, un lugar específico del patio de butacas… Hasta que tras releer e incluso retocar una vez más porciones de la escritura reanuda con lentitud su soliloquio, rememorando reflexivo la continuación del pasaje previo a cuyo final sólo hemos asistido y que por tanto desconocemos) 

Víctima.-…me acusaron de ser inocente. Inocente, sí: lujo éste que sólo unos escasos privilegiados, por no decir ninguno, podían permitirse. Ellos habían asumido ya por aquel entonces su roll de culpables y se sentían acuciados a exigir la culpabilidad de todos los demás con objeto de excusar o aminorar en lo posible el arrepentimiento de su perdida inocencia.

Reanuda la enigmática escritura de la pizarra.

Víctima.-Así que no parecían hallarse dispuestos a tolerar la mía. Y para mí el sólo hecho de reivindicarla me convertía en una especie de disidente de su círculo de culpabilidad y, por consiguiente, me volvía culpable a sus ojos.

Víctima.- Para no perder los buenos modales –síntoma que se revelaba en sí mismo como un indicio poco ortodoxo de los viejos escrúpulos- recurrieron a las estratagemas más ladinas con el fin de acobardarme y conducirme a un callejón sin salida.

Vuelve a levantarse y a escribir sobre el espejo, al  que cada vez le restan menos espacios para seguir rellenando. Después, reanuda su soliloquio, agarrándose torturado a la verja de la jaula…

Víctima.- Me obligaban a ser libre, a decidir mi propia libertad, aunque era obvio lo absurdo de tales pretensiones. Acepté, sin embargo,  aunque comprendí de inmediato que siguiéndoles este juego de considerarme libre tal estrategia no dejaría de ser un fatal impedimento para serlo de hecho, puesto que, en definitiva, semejante coacción se resolvía con la inversión de sus intenciones. Sólo acatando, pues, su impuesta libertad, paradójicamente me posicionaba frente a ellos, constituyéndome en consecuencia como criatura libre.

Se da la vuelta, y tras levantar la tapa del retrete, se dispone a orinar al tiempo que prosigue su labor de escribanía incluso sin interrumpir su speech de argumentaciones.

Víctima.- (Orinando) Sin embargo, a la vista de mi ciega obediencia, comenzaron a recelar. Imagino que sospecharon intuyendo mi estratagema. En realidad tengo la certeza absoluta, porque a partir de entonces no cesaron de acorralarme con todo tipo de argucias, obviamente con el deliberado propósito de confundirme y desmontar mi supuesta impostura.
Sin embargo, conseguí satisfacer con éxito sus expectativas, evitando con sumo cuidado caer en sus enredos y maquinaciones. Y el caso es que no lo debí hacer tan mal, porque a pesar de que me llenaron la casa de patrañas y mentiras a cuál más peregrina y sorprendente –no perderé más tiempo insistiendo en que era falso absolutamente todo- logré adaptarme con tanta pulcritud y naturalidad a mi propia maquinación que con frecuencia terminé por sorprenderlos realmente desorientados y perdidos en sus propias patrañas.

Ha terminado ya de orinar y recomponerse los pantalones, baja la tapa, y vuelve a la pizarra a añadir otro considerable cúmulo de garabatos, que  se esfuerza para que no se le desborden  del  marco del espejo.

Víctima.- Para darles gusto y someterlos a mi confianza, llegué incluso a suicidarme…

Se agarra de los cabellos y sigue efectuando físicamente todo lo que va señalando el  texto del parlamento. Todo el parlamento vívido y patético, un punto emocional exagerado., mientras lo observamos forzándose de la melena para introducirse la propia cabeza dentro del lavabo con intención de ahogarse.

Víctima.-…arrastrándome de los pelos hasta la bañera, donde sin más contemplaciones me obstiné en ahogarme por la fuerza. Reconozco que hubo momentos como éste tan terribles que, desfallecido, estuve a punto de sucumbir, de rendirme. Sobre todo, con el despiadado lavado de cerebro a que me sometieron pasándome la película de los hechos un número tan desorbitado de veces que volví de nuevo a fallecer no sin antes haber sido capaz de memorizarlos detalle a detalle sin esfuerzo alguno. Se me había incardinado de tal modo aquel film que llegué a aprenderlo de modo tan biológico que difícilmente podría dejar de vivirlo, de extraérmelo ni poder escaparme de él.

Vuelve a la taza y se deja desplomar sobre ella. Respira dificultosamente.

Víctima.- Me hallo tan restringido a su acontecer que sospecho haberme convertido en su único acontecimiento: como si la propia película no pudiera ser en mi ausencia ni yo vivir existencia alguna a extramuros de los límites de su haz de luz.

El Proyector luminoso frontal que ha venido iluminando la escena mimetiza el efecto de una proyección cinematográfica, se mantendrá el cuadro.

Víctima.- Semejante virtual film, se ha objetivizado en mí como única y exclusiva verdad y no hago sino darme vueltas una y otra vez en su interior, mientras asisto como testigo o simple espectador desde el patio de butacas. Como si simultáneamente pudiera ser yo mismo al tiempo sujeto y objeto de mi propia reflexión. Aquí estoy, y ahí. También estoy ahí, sí. (Señala al patio de butacas). Soy, pues, su personaje, mi personaje.

Se vuelve al espejo y otra vez la Víctima para proseguir rellenando los  escasos huecos de los últimos escritos, procurando con la máxima precaución y los caracteres más minúsculos mantenerlos en el interior de los límites del espejo; aunque unos pocos renglones comienzan a salirse afuera de los mencionados márgenes, desbordándose a pesar de su pugna vigorosa para impedir que se derramen, simultáneamente a los análogos y dolorosos esfuerzos que lleva a cabo para frenar su in continencia urinaria…

Víctima.- En fin, se que de todos modos, continúo aquí porque me da la gana, que en todo momento podría salir… Pero para mi desgracia  es eso lo que ellos esperan, y sería demasiado el precio a pagar. Sacrificaría mi razón, mi libertad. La renuncia a permanecer aquí enjaulado transmutaría mi génesis fotofílica en pura licantropía fotofóbica.

Vuelve a rellenar con nuevos renglones y garabatos, que ahora ya no puede mantener encerrados en el cuadro del espejo y se le han comenzado a descolgar por los márgenes del mismo a pesar de sus esfuerzos…deslizándose desparramados por la pared hasta precipitarse contra  el suelo, mientras renuncia a refrenar su abstinencia y se deja orinar sobre sí, humedeciendo progresivamente sus pantalones, y acompañándose de un remoto y ancestral gesto placentero.

Víctima.- Lo cierto es que si el haz de luz de la proyección se diluyese tras un último fotograma, mi biología fotosintética se precipitaría como absoluta oscuridad en la mismísima nada.

Y así sucede, se apaga bruscamente el cañón de proyección y toda otra iluminación accesoria, quedando la escena y el teatro absolutamente a oscuras.
Dicho apagón permitirá al actor salir sin ser visto de la jaula y trasladarse discretamente al patio o sala de butacas, uno de cuyos asientos se halla reservado desde el inicio de la función, y en él se acomodará sigiloso nuestro personaje.
Tras un silencio largo, los espectadores darán por supuesto que ha llegado el FIN y comenzarán los previsibles aplausos…mientras la iluminación va resurgiendo lentamente de nuevo

Víctima.- (Poniéndose en pié de súbito y gritando para sobreponerse al ruido y aplauso de los espectadores, lae consintieron asumir…
Así que en último extremo tampoco se hallaban  dispuestos a tolerar mi inocencia ¡culpable inocencia, sí!  Para mí, el sólo hecho de reivindicarla me convertía en una especie de disidente de su círculo de culpabilidad y, por consiguiente, me terminaba por volverme  culpable a sus ojos…
NEGRO BRUSCO y que cada quién abandone el patio de butacas por donde pueda, completamente a oscuras -como en una metáfora integral de la propia obra.
Víctima.-  (Desde su asiento en butacas vociferará) Así que pueden continuar haciendo conmigo lo que les venga en gana. Incluso inculparme como me inculparon… Porque fueron ellos mis delatores. Me acusaron de ser inocente. Inocente, sí; lujo proscrito éste que sólo unos escasos privilegiados, por no decir ninguno, podían permitirse y que ni siquiera a un acusado convicto como yo parecían dispuesto a tolerar... 
Juan A. Cadenas                                                    FIN  de  “INOCENCIA” 


(Madrid, copy right 1988)                                                                          
                                                  

Thursday, August 04, 2011

¡LO QUE ME FALTABA POR OIR, VER, OLER, DEGUSTAR Y SOBAR!

Según esta banda de nazis de esta jodida neocatecúmena TV 13,  Zapatero es el culpable  del acto de terrorismo del noruego  que se ha cargado a unos 78 primos hermanos suecos.  Pero mi calvario peor es tener que oir a esta pandilla de acanallados  que se hallan convencidos de que pueden poner de mierda hasta arriba a Zapata y Cía. Y me refiero a el narizotas, el facha de la corbata roja, el alejandrino muñoz “al onso”, la Inma de la chalequilla.... esta meritoria de la estultez dice de Zapatero que es un cadáver político, cuando ella no deja de ser otra deficitaria de reflexiones y menesterosa de   cualquier idea, aunque eso sí, prepotente de cabeza que no contiene otra cosa que melena.
Joder, y ahora sacan a ETA. Claro que ETA está consiguiendo no organizar el más mínimo atentado contra todos estos petardos, simples subtitulados en letra pequeña, que anhelan  que Zapatero se equivoque de continuo y la ETA siga matando. Estos tíos no dejan de ser sino una cuadrilla de morrallas, a los que yo cerraría la bocanazi esa que no pueden cerrar.
Joder,  y ahora el Pujalte,  quien no ha hecho lo más mínimo en sus compresas intelectuales por dar trabajo a nadie. Y este indio diota  ¿este niñato que nadie sabe de dónde ha salido. Este carretero, que es un simple aspirante a facistillo venido a menos y a más que se siente  capaz de insultar incluso a sus jefes, escondido en el caparazón de esa confesional TV 13 que también pagamos todos,  y que si yo fuera  Zapatero frente a un cajón como él no le consentiría ese flujo diarréico de estuporoso  sobrenatural que se ha acostumbrado a escuchar  a tanto cobarde insultar -después de Franco, claro es, porque con Franco ninguno de ellos tenía dos putos cojones a decirle siquiera don.
 ¡Menuda panda de desagraciados, quincallas y cagardos!
 ¡Toma, y ahora se van a Extremadura!. Será a hacerse pajasdorras. ¡Coño con los fachotes, con estos niñatos, con la insostenible e impresentable  banda ésta de delincuentes ideológicos!
¿Cómo te van a contestar al asunto de los coches si tu padre, Alejandro Muñoz Alonso, tu padre, cuando fue Decano de la recién creada Facultad de Ciencias de la Información, no sólo tenía su coche oficial con chófer, sino también tu comida, mansión y sueldo gratuito, la simonía incluso de tu futuro para que nos vengas ahora a insultarle, pedazo de zoquete. Agapito Maestre, coño, para tí, que descanses en paz.
¡Oh, Pirolillos de casa y camisón en ristre, a partir de ahora os quiero yo ver saneando la economía, doblando el número de puestos de trabajo, cagándose en las putas y criminales Agencias ésas de Calificación  del horror financiero…!
 ¡Joder, la que os espera, capullos! ¡Y, por cierto, nada de decir que somos nosotros los que os hemos dejado la mierda y la ruina. 
 Así que a partir de  ahora, a trabajar sin el menor éxito y a joderse. Ahora os toca a vosotros atiborrarse  de  la misma zorra medicina que tanto habéis deseado.  

Juan Cadenas Da tu puta merda. 

Wednesday, July 06, 2011



 DON JESÚS, el Galileo


Ya perdidas las próximas  elecciones pasadas, perderemos también las anteriores que vienen, y podremos así ser testigos de qué coño serán capaces de resolver estos histéricos de la protesta y la calumnia gratuita destinada no a gobernar, sino sencilla y toscamente a hacerse con el poder. A ver, pues, cómo resuelven la presente  crisis financiera en plena y galopante vorágine estos ganapanes de la politicastia. 

Este taurino triunvirato de siniestros diestros  –Don Raxoi, o Mestre Montoro y la Dona de los sueldazos, esta chica que sólo de modo tosco y rudo demuestra  conocer  la lengua, aún leyendo.  En fin, que tales tres  autoritarias bocazas se han instruido  para  enunciar una sola y  falsa palabra capaz de  confundir a más de medio país de ignorantes compatriotas.

Naturalmente, esta no es otra que la famosa estrategia de propaganda de los nazis reinventada por Goebbels y hoy plagiada por la falsaria imaginación de  la insolidaria y hampona derecha. Derecha que cultiva un código de mentiras y calumnias  destinadas a ser engullidas por un paisanaje orgulloso de su  ignorancia e ineptitud;  un paisanaje  maleducado en una instrucción cultural partidista y envenenado por unos media de ideologías tóxicas, que compensa   estas carencias presumiendo  de listillo.  Listillo, naturalmente, que cuanto
más tonto e incompetente se sabe, más se crece en arrogancia.

Se trata, como es obvio, del venenoso orgullo de la incompetencia.  Cualidad ésta que le viene al PPOTE como caída del cielo en plena victoria  electoral, y por el contrario, como sumergente  al infierno para los PSOCIATAS  -hoy ya casi al borde de la "psociopatía" para infortunio del propio rojerío natural.  

Así que a partir de ahora la cuestión consistirá en ¿qué coño de acciones políticas van a  llevar a cabo tanto conservador y tanta conservatriz? ¿Por que a quién van a poder engañar en adelante que no sea si no a ellos mismos?

Se diría que éste  fuese  el mundo  al revés: ¡los gilipollas del apocado lumpen proletariat  votando al  hampa de los potentados, quienes  jamás se arrepenten de la riqueza que han usurpado a los trabajadores, y haciéndose con ella han podido substanciar su opulencia.  ¡Es cojonudo, tú!  ¿Para qué tanta revolución y tanto muerto?  Para que la gran mayoría de las pensiones no superen los 600 euros frente a los injustos, por no decir ilegales, sueldos astronómicos que un gobierno de izquierda jamás debería haber consentido a financieros y empresarios consumidores habituales de paraísos fiscales, que son los verdaderos generadores del desempleo y la miseria generalizada que se halla devorando sin piedad las entrañas de este país. 

Seguro, sin embargo, que el PEPOTE va a levantar el paro, pero a mayor abundancia de parados. O detenidos. Veremos si en el mejor de los casos consigue levantarse  el pene propio con una simple erección.

En fin,  para concluir, y volviendo a la jodienda del mundo a la inversa que decíamos ayer, precisarè que la  profunda sima de corrosión sicológica a donde hemos venido a caer, no debería sorprendernos ya que tal envilecimiento es acreedor del  ejemplar magisterio con que una religión perversa y enajenada actúa en permanente contradicción y conflicto con su humilde y generosa divinidad:  el filántropo defensor de desamparados e indigentes  a quien sus propios catecúmenos han arrastrado al desprestigio,  el  abnegado y magnánimo don Jesús de Galilea.

Juan Antonio Cadenas  “Calvario II”.  Ateo profesional.  (27-6-2011)



Friday, June 24, 2011


“MI GUEL” 

Un relato verdadero de
 Juan A. Cadenas (Xuvia/Neda, 1969)
        

¿Lo véis…? Él es el monaguillo suicida. Se atravesó en la vía del tren en las cercanías de la entrañable estación de Neda y lo cercenó el destartalado Correo de Ferrol, donde por entonces aún “”se prohibía blasfemar y escupir bajo multa de cinco pesetas””. Con un jodido vagón de tercera, para más exactitud; que un paria, hijo de “lavadora de lavadero” comunal de río, no podía pretender siquiera un segunda clase o la butaca del ferrobús. Ni lo merecía, claro: ¡por pobre, por  niño y por suicida!
¡Y cómo paradójicamente le entusiasmaban, sin embargo, a él aquellos delirantes y ultramodernos automotores de fuel “Pegaso-Büssing”, que habían comenzado a atravesar la profunda Galicia coruñesa de mediados de los cincuenta.

.- ¡Ay, Miguel, no sabes de mi terrible nostalgia de ti, de mi urgente deseo de  tenerte de nuevo para volver a jugar con aquellas chapas de gaseosa “”Los 7 Hermanos””, que tal que comodines las utilizábamos para cualquier pasatiempo o utilidad, como tantas veces lo habíamos hecho en campeonatos de ciclismo o partidos de fútbol, o reconvertidas en botones de mando  del centro de control de nuestra imaginaria estación de ferrocarril para efectuar los cambios de vía y el resto de otras tantas extrañas funciones que les asignábamos para que fueran de verdad las estaciones de Perlío y Barallobre… Que como recordarás -aunque no se si  continúas aún poseyendo habilitada esa facultad de rememorar- instalábamos en el porche del vestíbulo de la parroquia de Santa María de Neda.

.- En fin…lo cierto es que nunca pretendiste ser jefe de estación o factor y ni siquiera guardagujas, que era lo que verdaderamente molaba ¿eh, Miguel? Tú ya sabes a lo que me refiero, a lo del “mando más”, a lo de tener la facultad decisoria, a lo de la perpetuación del poder en los juegos “feudocapitalistas” de los niños que éramos  entonces, y ahora.

Tú siempre quisiste ser vagón, pero no un vagón digno o decoroso, a ti lo que verdaderamente te molaban eran los destartalados coches de 3ª del indolente Rápido, con  todas sus demoras y detenciones, con su oscura línea de maquillaje “a la carbonilla”, sus apeaderos letrina en mitad de la nada nacional sindicalista, con sus periódicos grasientos de chorizos, tortillas y cocletas y sus botijos colgando de los raídos cintos de badana por las ventanillas, y la ternura de su gente analfabeta que embruteció la vileza de la madre patria como la nuestra. Mis inolvidables ignorantes de obsequioso y delicado trato, algo bocazas como los millones de menesterosos lumpen que constituían el parque nacional, gente solidaria que todo entre todos lo repartían o intercambiaban en aquellos tremendos e inolvidables viajes  al fin del mundo… ¡Y tú tan callado, Miguel…!

¡Pobre hijo, que te  fuiste a poner bajo tu propio juego, bajo tus propias ruedas crecidas a la sombra de las tetas de Franco y de sus prolíficos contubernios fascistas, bajo unos pies sospechosamente nuestros en la promiscuidad, azules y tan peligrosos como nosotros mismos. ¡Tú, Miguel, mi Guel…cómo añoro tu delicado afecto, tu infantil dulzura, tu generosidad para con todos los demás niños!

.- ¿Cómo debería decirlo, joder, para evitar que  todavía hoy se me sigan ahogando los ojos?

Te hubiera preferido arrojado al tren eléctrico o a los trenes difíciles que fuimos tus amigos/enemigos de entonces, haciendo de vías…de traviesas… de estaciones… Y desde luego, te elijo meneando cascabeles y contándole mentiras al cura de Santa María cuando nos confesábamos de todos aquellos pecados que jamás habíamos cometido porque entre otras cosas la mayoría  nos eran aún  absolutamente desconocidos.
Aquel ingenuo de don Xexús que todo se lo creía, aunque primordialmente, lo relacionado con aquella especie de venérea cerebral que íbamos ya arrastrando los liliputienses del estepario Circo de las Jonss, los adultos pijos que somos hoy, robando y masacrando a otros enanos como tú, suicidando a tantos otros hijos bajo el tren… Por eso te prefiero mientras me sigues acusando de haber aceptado tu crimen, de asimilar tu muerte y de tragar con todo lo demás… Por eso, jamás te olvidaré.

.- ¿Lo véis…? Él es el monaguillo suicida. Con quien yo me bebía la sangre de cristo de aquellas vinageras, ambos ocultos bajo el hueco del  púlpito y dando  cuenta de una tapita de hostia con la que ayudar a la ingesta de aquel soberbio y añejo caldo de misa, con el que habíamos comenzado a ensayar nuestras primeras borracheras infantiles. Y todo lo demás es falso, incluso tú y yo, Miguel.

Al día siguiente te acarrearon a trozos al depósito del cementerio. Aunque unas cuantas horas después, Miguel, tú te erguiste sobre la mesa de necropsias para dirigirte a la iglesia, y subirte al campanario…¡joder, y tú mismo te tocaste a muerto…!  Y más aún, casi como el pobre de Juan Simón, a punto estuviste de acabar  convirtiéndote en  tu propio enterrador.

A la vuelta al anfiteatro, se postró de nuevo Miguel sobre el gélido mármol de la mesa de disecciones, a la espera de que el forense llegara para practicarle la última escena: la de la cura.
Así que los enanitos reprimidos del bosque del feroz lobo nacional para nada le entendieron, y tuvieron que inventarse un estúpido cuento como el de nuestro Guel para protegerse de las salpicaduras de la muerte. Un cuento unilateral y malo, nada comprometedor, con el que drogarse para poder disipar durante un rato los remiendos cerebrales que deja siempre todo lo relacionado con la luctuosa funereta (1).

Después, los niños dijeron su silencio más blanco ante la ocurrente  proposición que alguien hizo: saltar la tapia de aquel rancho de difuntos a fin de conseguir por una vez ser capaces de cagarse de horror entre los fuegos fatuos de la atardecida. En honor de mi añorado Miguel.
Lo cierto es que todo aquello le proporcionaba un cariz espectral a la aventura, al igual que la disparatada oportunidad que se nos brindaba al poder paliquear con tu inocente cabeza degollada… ¿Y esconderte una pierna, no veas…?
.-  Y lo que es más alucinante, si cabe: sisarte un par de dedos para utilizarlos de carnaza en los anzuelos de las truchas.
¡Claro, claro…y todas esas otras mil irrespetuosas chorradas que se podía uno imaginar con tus miembros solitarios, rígidos e inútiles! Todo aquello que pudiera proporcionarle  mayor fascinación al asalto do pazo dos mortos.

La cerradura del depósito cedió con facilidad y permitió la compacta invasión en la profunda oscuridad del fúnebre recinto.  Sólo una incipiente y sórdida pestilencia  les recibió…
¡Y allí estaba Miguel, a la espera de sernos presentado por su propia hediondez!
Como un adorno en la repisa de la vitrina de aquel zoo de cristal, de aquel correo criminal, aún chamuscado de hollín, desnudo, alojado en la blanca palidez de su puber y rebanada anatomía, pero perfectamente ensamblado ahora y únicamente hendido el cuello y las espinillas por longitudinales brochazos negruzcos y purulentos.
¡Oh, Dios, con sus ojillos esmerilados aún abiertos y sus contados tres mil escasos días de presencia ausente sin decir ni pío en esta puta tierra de NOD!

¿Qué materia inmortal llevaría por dentro este inopinado hijo mío con agallas suficientes   para   permanecer   allí   encima de aquel mármol   tan   sereno… con aquel coraje,  congelado   por la necroscópico gelidez de la ultratumba  mientras podía proseguir oyendo sus propias campanadas fúnebres todavía y oliendo su nauseabunda fetidez? ¡Este hermano gemelo de mis entrañas nada folclóricas, que no consigo explicarme ni sospechar qué le he puesto, le he roto o desarticulé…!

Un lívido silencio.

.- ¿Qué sustancia he logrado putre-pactar conmigo de tal modo que ya no  alcanzo a reconocerme en él, a quien tal vez yo mismo arrastré bajo las ruedas, al que he descuartizado sin el más ligero estremecimiento…? ¿Dime, tío, qué…?

Si viéndole así, en rompecabezas nuevamente aparejado, no se me convulsiona la misma fibra que a él para echar a correr en busca de sus huellas de sangre en los raíles  y esperar al siguiente tren Correo a fin de tirarme a sus ruedas y así poder acostarme a su lado en la misma mesa de necropsias…es que he perdido el derecho a continuar vivo.

.- Debo traerte de nuevo junto a mí, o quedarme a tu lado para siempre en la terrible aventura ésa que has emprendido sin nadie a tu vera, en la más absoluta soledad. Dime, ¿qué? ¿qué puedo hacer por ti, y por mí, y por todos estos otros renacuajos que somos todos…?

Después, más confiados, nos atrevimos a coger su cabeza por los pelos, aunque delicadamente, como al Bautista del sobrecogedor cuadro de la parroquia, y nos explayamos contándole todos los chismes y novedades que ese mismo día habían acontecido en el pueblo, empezando por la noticia más importante, la noticia estrella: ¡la noticia de tu propio suicidio!
Murmuraciones a las que, sin embargo, no respondió nuestro Guel.

.- ¡Despierta, hombre, despierta…somos nosotros! –le achuchamos, aunque él continuó profundamente enterrado en sí mismo. En su propia mortaja…

.- ¡Oye, tú, que está muerto!

.- ¿Cómo coño va a estar muerto, no ves que está ahí tendido? Si estuviera muerto, ya no estaría entre nosotros... ¡Vuelve a achucharle, verás como despierta!

¡Que va…que va…que tú no despertabas, que seguías irremisiblemente impertérrito, tieso en tu plancha de mármol…! ¿Pero qué estaba sucediendo que parecía habernos cogido el pasmo de la pájara aquella de Bahamontes…! ¡Joder!  ¡Que nos estabas asustando, llenándonos de confusión…!

Al fin, decidieron  practicar un idéntico  mutismo al suyo, pero sólo del que fueron  capaces. Que fue muy poco. Y tras asestarle varios pinchazos para ver si despertaba, le hundieron la aguja del formol hasta la mismísima cruceta en el ojo derecho… Miguel ni siquiera respiró.

.- Ninguno sabíamos cómo podías hacerlo, aguantarte así… sin emitir ni un suspiro…

.- Pero entonces ¿por qué no espabila?

.- Quiere asustarnos el muy cabrón  ¿o es que no lo ves?

Seguro. Su revancha postrera. Parecía estar desquitándose de las canicas que le habíamos afanado, del balón que no pudo tener nunca, de su tamaño diminuto…de nuestras jodidas risas. Seguro. Quería fastidiarnos para vengarse de no saber nada de nada, de  tener que robar para dar de comer a su madre, de carecer de padre, de ser el niño pobre más rubio, alegre y hermoso que yo había conocido ni conocería nunca… ¡Miguel fue como un despilfarro, un delito de un Dios sacrílego, un crmen que jamás podré perdonar ni estoy dispuesto a comprender ni a aceptar.

.-  ¡Sólo es un envidioso…!  ¡Sí, sí…un miserable…!
.- ¡Joder, tío, perdóname…que es que  no se lo que decíamos…! Es que nos jodía que no nos hicieras maldito caso con lo que te queríamos.  

Y otra vez los ojos, que comenzaron a ahogárseme en la propia cloaca de sus cuencas.

Después, sólo recuerdo que a las cuarenta y ocho horas de su muerte se llevaron el producto material de aquellos pocos de días a la fosa común del cementerio civil del atrio de Santa María: veinte escasos metros cuadrados de hojarascas, toxos y ortigas… donde jamás entra nadie porque es ¡pecado mortal!.


(A mi querido Miguel, aquel delicado  niño que a los ocho años, como un adulto, se tiró bajo las ruedas del  tren)

Juan A. Cadenas (Neda, 1979. Con correcciones actuales. Madrid 2008)